Una mujer A

Hoy me remonto a septiembre de 1999.

Y por qué voy a esos tiempos? Porque cada vez que hay un huracán me acuerdo de mi viaje a EEUU ese año.

Este año Irma, José y Katia han llegado y destruido miles de hogares y han obligado a miles de personas a dejar todo y abandonar sus casas.

El huracán de 1999 fue llamado Floyd.

Por aquel entonces yo iba a empezar  5º de Empresariales pero antes de empezar las clases quise ir a EEUU a ver a mi amigo Brian.

Mi hermana y mi cuñado me llevaron a Madrid al aeropuerto y allí empezó todo. Yo no le vi pero mi hermana sí y me dijo “mira, al fondo está  Ronna, la mujer del padre de Julio Iglesias también llamado Julio Iglesias, los de la foto, para que sepáis de quién hablo…) “Igual coincidís en el avión…” y ahí quedó la cosa.

Me despedí y embarqué y quién se sentó a mi lado? Ella, Ronna.

En ningún momento le dije que sabía quién era y ella tampoco me lo dijo. Me comentó que estaba casada y que tenían una casa en Miami y que iba a revisar los desperfectos que el huracán había causado.

Hablaríamos algo más pero tampoco me acuerdo. Yo fui en el avión entretenida leyendo el libro “Cómo ser una mujer A” de Carlos García Calvo.

Volábamos a Philadelphia y de repente el piloto nos dijo que por causas meteorológicas nos tenían que desviar el avión a Washington. A WASHINGTON!!?? Qué iba a hacer yo allí sola? HORROR!!

Creo que me vio tan mal que me dijo que no me preocupase, que ella estaría conmigo.

Aterrizamos, estuvimos en el aeropuerto bastante rato y nos llevaron a un hotel. Había que hablar con un contestador para gestionar el vuelo del día siguiente.

Me sonó el teléfono de la habitación. Era Ronna para ver si cenábamos juntas.

Me gestionó ella el vuelo del día siguiente, creo que hasta me invitó a cenar. Mi vuelo salía a la mañana y el suyo a la tarde pero se preocupó por acompañarme al aeropuerto a la mañana y esperar hasta que embarqué.

No sé cuántas veces le pude dar las gracias. Por aquel entonces yo no tenía móvil ni nada. Creo que si no, nos habríamos intercambiado los números de teléfono. Le regalé lo único que tenía a mano. El libro “Cómo ser una mujer A”.

No recuerdo qué decía el libro de los requisitos que había que tener para ser una mujer A, pero seguro que alguno decía “ser como Ronna”.

No es comparable mi situación ni mucho menos pero ojalá todas estas personas que han tenido que ser evacuadas de sus casas y demás encuentren en su camino personas como ella, personas A que les ayuden y que se preocupen por ellos.

Mil gracias Ronna! Ojalá algún día nos volvamos a ver!

La foto es vía elperiodico.com