Bebé a bordo…

El otro día comentaba con una amiga la diferencia que hay entre el primer hijo, el segundo y el tercero, en mi caso. Supongo que según va creciendo el nº las diferencias van más en aumento aún.

Con el primero todo es atención personalizada, chupetes esterilizados constantemente, agobios porque llora y no sabes por qué, si engorda o deja de engordar… Una anécdota con mi primera hija en una de las primeras visitas al pediatra de la que aún me río… El pediatra me dijo que la niña estaba un poco ictérica, a lo que yo le respondí que le tocaba mamar y que por eso lloraba… Ahí se echó él a reír porque ictérica no es lo mismo que histérica (que es lo que yo pensaba que me decía)… en fin anécdotas de madre novata.

La tercera no supo qué era eso de esterilizar su tete… un poquito de agua y listo.

Con el primer hijo si conseguías salir a las 12 de casa era un triunfo, a pesar de haberte levantado más bien pronto, pero que si tomas por aquí, cambio de pañal, preparar la bolsa para salir, ducharte… y ya era casi la hora de la siguiente toma…

Cuando nació mi tercera hija, mis 2 hijos mayores estaban con sus abuelos. Estuvimos 5 días solos con ella y os juro que me sobraba tiempo. Me parecía todo súper fácil, excepto las noches que no sé por qué lloraba y lloraba… hasta que nos juntamos de nuevo con sus hermanos y dejó de llorar. Estoy convencida de que necesitaba sentirlos cerca.

A los 3 les di de mamar. A unos les cundió más que a los otros. A los 3 les hemos intentado educar de la misma forma aunque cada uno parece de un padre y una madre diferentes y a los 3 les vestí de bebés porque era lo que más me gustaba.

Con la mayor usé un montón de faldones de su padre, otros hechos por amigas de mi madre, lazos (no en el pelo) … Al niño le puse muchas ranitas para que enseñase las rosquillas que tenía en las piernas y empecé a meter colores distintos en las prendas de punto. Con la pequeña ya fui más práctica. Los faldones se quedaron en el armario y tiré más de blusas de flores con culeros, vestidos y ropa de su hermano.

Llamadme clásica o lo que queráis pero nunca me ha gustado ver a bebés vestidos con vaqueros, qué necesidad hay? Con la de años que van a tener para ponérselos.

A mí los bebés me gustan vestidos de bebés y hay marcas con el sello made in Spain que merecen mucho la pena.

Os dejo una selección de una de mis marcas favoritas VIOLETA E FEDERICO

 

Las ranitas para verano eran y son mi debilidad y éstas de la marca COQUINAN me encantan.

Prendas de algodón con diseños perfectamente combinables y en la medida de lo posible con estampados unisex. Con detalles “prácticos” como los botones que ponen en todos los tirantes, delante o detrás, para que la prenda tenga más “vida útil” algo que todas las madres agradecemos.

Y vosotros habéis educado, vestido y demás a todos por igual?

Contad, contad..

Besos