A tope de power

¿Sabéis la canción que dice “eres alta y delgada como tu madre…”? pues en mi caso sería  “eres alta y delgada como tu padre…” Siempre lo he sido, especialmente de pequeña, bueno siempre no… en mis embarazos me dejé llevar, sobre todo en el segundo, hasta que el ginecólogo me dijo “o dejas de comer tanto o te pongo a dieta” Dieta que incluía leche desnatada, una tostadita y poco más así que le dije que no se preocupase que ya me iba a cuidar… y más o menos me cuidé pero engordé y engordé y una, estando embarazada, no se ve tan mal pero ¡ay al dar a luz y en verano!!! Qué fue eso???  No había habido tiempo para ninguna operación bikini ni nada del estilo. Tampoco existía esa fiebre que hay hoy por el running, por el deporte en general así que me dije a mí misma, disfruta y ya te recuperarás…

Empecé a correr a los 4 meses de que naciese mi segundo hijo, allá por septiembre-octubre del 2009 y empecé a hacerlo porque me veía blanda y más rellenita de lo que yo soy.

Antes de seguir, dejar claro que soy de buen comer. Como de todo y bien y los que me conocen lo saben.

No eché a correr directamente, primero empecé a andar rápido y poco a poco fui corriendo, un poco más rápido y más distancia. Ese diciembre del 2009 hice mi primera San Silvestre. 8, 2km que hice gracias a Gloria, porque creo que sin ella no hubiese sido capaz. El tiempo sinceramente no me acuerdo, sólo que la terminé y a quién se la dediqué.

Ahí empezó mi relación con el deporte. Me podría haber dado por nadar o por otra cosa, pero me dio por correr y fue algo que fui contagiando a amigas. Salir a correr con ellas era nuestro momento, mejor que cualquier terapia. Sales, corres, te aireas, te despejas, les cuentas tus penas y tus alegrías y llegas a casa como nueva.

Mi última carrera fue el  año pasado en los 10kms de la Bilbao Night Marathon. Era el tercer año que la hacía y es una carrera para la que suelo entrenar bastante. Después siempre me pasa lo mismo, dejo de correr una temporada porque lo necesito. Esta vez esta temporada se ha alargado más de lo normal, por el tiempo o por falta de ganas y en lugar de correr y gracias a las chaladuras del jefe he descubierto un montón de “torturas” que no sabía ni que se podían hacer, pero que ahora son parte de mi rutina y cada vez me gustan más. Sentadillas, cargadas, arrancadas, flexiones, abdominales, burpees… combinadas con estiramientos de yoga han hecho que mi cuerpo esté mejor. Mis cervicales y lumbares han dejado de dolerme porque he fortalecido toda mi musculatura y es algo que agradezco enormemente.

Cuando tengo tiempo intento acercarme al gimnasio donde va el jefe y allí me machaca (literalmente) Hay días en los que no puedo ir y lo que hago es hacer la misma rutina en casa con un pequeño kit de discos, barra, mancuernas y pesas.

Gracie Barra Antiguo

Es importante aprender bien la técnica para no lesionarte y no hacer burradas pero con un poco de esfuerzo todo se consigue.

Hay muchos tutoriales en you tube con ejercicios,  así que os dejo alguna idea por si no tenéis tiempo de ir al gym, para que como recomiendan en ELLE, os montéis el gimnasio en casa:

Dharma Yoga Wheel, Ulla (recordador para que bebas agua) y sports spray disponibles en COOLMUMS lata termo que conserva la temperatura en HOGARE sujetador y zapas NIKE shorts WETSWEETS hidratante con aove ZAYTAS pesas, barra… DECATHLON

No hago deporte para estar delgada, que conste. Lo hago porque me gusta, porque mientras lo hago desconecto del mundo y una vez hecho me siento mucho mejor.

Besos